Existe un punto óptimo cuando de sostenibilidad de los materiales se trata. Necesitamos algo que podamos usar durante mucho tiempo, pero también necesitamos algo que sea biodegradable cuando finalmente lo desechemos.
Y no hace falta decir qué es lo que se encuentra precisamente en medio de ese punto óptimo.
En lo que concierne a la sostenibilidad, a menudo ayuda mirar al pasado y aplicarlo al futuro. Hace miles de años inventamos el proceso para curtir el cuero. Para ser más precisos, hace al menos 5,500 años, según han descubierto recientemente los arqueólogos.
En una cueva de Armenia se encontró un zapato hecho con piel curtida del cuero de una vaca. De acuerdo con la prueba de carbono, aproximadamente data del año 3,500 a.C. Obviamente, lo normal es que el zapato se hubiera biodegradado hasta desaparecer, sin embargo, se salvó gracias al milagro del estiércol de oveja, ya que las capas de este material protegieron al zapato de los elementos, logrando que se conservara perfectamente.
Casualmente, la cueva en la que se encontró el zapato es también la bodega de vino más antigua del mundo de la que se tenga conocimiento, lo que demuestra que los antiguos armenios eran un grupo bastante sofisticado que bebía vino y vestía de cuero.
Quizás usted no necesite que sus artículos de piel duren miles de años, pero si se cuidan y mantienen correctamente, pueden durar fácilmente por generaciones. La larga vida natural de la piel puede prolongarse si se limpia y se pule de manera periódica, y el equipo y la ropa de piel también pueden ser reparados por los artesanos.
Y si una pieza de cuero llega a perder su atractivo visual, su durabilidad permite fabricar nuevos productos con ella. Los productos más antiguos también pueden renovarse para prolongar su vida útil.
Aunque no nos gusta que se tire la piel en lugar de reutilizarla o reciclarla, normalmente se biodegrada en 25-50 años. Es decir, entre 10 y 20 veces más rápido que los hasta 500 años que tardan los materiales sintéticos que se promocionan como “rivales” de nuestro material favorito.
Así que si quiere que sus zapatos duren 5,500 años, será mejor que elija la opción de piel. Pero no olvide enterrarlos en estiércol de oveja.