YEYE, de Taiwán, presenta texturas vegetales con piel

Los habitantes de la ciudad a menudo confían en el poder curativo de las plantas para crear rincones relajantes en casa. Desafortunadamente, es posible que algunas casas no sean adecuadas para albergar plantas y algunas personas no tienen las habilidades necesarias para cuidarlas. Con esto en mente, la marca taiwanesa de diseño YEYE combina plantas y piel para crear arreglos de verdes plantas de piel. Con sus texturas realistas, estas elegantes plantas no parecen estar hechas de piel en lo absoluto.

Fundada en 2018, YEYE ha diseñado y lanzado una amplia variedad de plantas de piel, desde eucaliptos hasta helechos, y al añadir aromas que coinciden con las plantas, la experiencia se vuelve multisensorial.

Las texturas y marcas de la piel se convierten en elementos del diseño

La dupla de diseñadores Maxwell Yeh y Hank Lai inició el proyecto pensando en los hoteles. Por diversas razones, eso nunca arrancó, pero les gustó tanto la idea que iniciaron una campaña de financiamiento colectivo (crowdfunding) para poner en práctica el concepto.

“Estudiamos la piel durante tres años antes de que se nos ocurriera este diseño, así que estamos bastante familiarizados con sus características. La gente está acostumbrada a ver pieles muy bien fabricadas, pero tiende a olvidar que es un material natural con marcas y líneas. Cada lote llega con diferentes niveles de flexibilidad, lo cual nos parece adecuado para darle forma de hoja, ya que las venas e imperfecciones son comunes en las hojas. Además, podemos utilizar todos los materiales de desecho sin desperdiciar nada”.

La piel de curtido vegetal mantiene las cualidades de los materiales naturales

Maxwell y Hank intentaron cultivar plantas, pero al no contar con un entorno adecuado, fracasaron. “Por eso decidimos convertir la piel en plantas, para que duren y no se marchiten”.

Fabricar difusores (de aromas) en piel no es tan sencillo como uno podría imaginarse, ya que sus diseños requieren piel de curtido vegetal, pero debido a las restricciones climáticas y de calidad del agua, tienen que importarla principalmente de Argentina e Italia; también utilizan pieles más costosas pero con menos coloración en la superficie. Por otro lado, la mayoría de los aromas que se encuentran en el mercado están hechos a base de alcohol, el cual suele decolorar la piel. Por ello, Maxwell y Hank desarrollaron un proceso propio para elaborar los aromas para sus productos.

Helechos de cuerno de ciervo con aroma como instalaciones de arte en la pared

Aunque es todo un reto, este proceso ofrece grandes resultados, como el popular “helecho cuerno de ciervo” de la campaña de financiamiento colectivo. No solo es un difusor, sino también una instalación artística en la casa. Los aromas a base de aceite también garantizan la calidad de la piel sin causarle grietas ni moho. Esas marcas naturales en la piel después del uso también son fascinantes.

En el futuro, Maxwell y Hank planean elaborar más diseños basados en plantas endémicas de Taiwán.

Por Ian Liu/ Damanwoo

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