Desde la piel que se usa para los asientos de sus autos hasta los motores construidos para aviones y embarcaciones, la empresa británica tiene la misión de lograr el cero neto para el 2050.
Rolls-Royce, al igual que cualquier otra compañía, siente la presión de los consumidores de reducir sus emisiones de carbono. Considerando que sus productos usan combustibles de origen fósil y la presión del proceso de fabricación, es decir, como lo admite el director ejecutivo de la empresa, Warren East, “en extremo desafiante”.
Pero ello no evita que Rolls-Royce revele un ambicioso programa para lograr el cero neto.
La empresa planea que todos sus productos nuevos sean compatibles con las metas del cero neto para el 2030 y para lograr alcanzar el cero neto, a más tardar para el 2050.
El corazón de este plan es la inversión en investigación y desarrollo. Hoy en día, alrededor del 50% de ello está dirigido a la tecnología de bajo contenido de carbono y el cero neto. Éste aumentará al 75%.
La empresa gastará más de los mil millones de libras cada año en Investigación y Desarrollo, a pesar de que la pandemia provocó una caída en el 2020. De acuerdo con el Sr. East, esa cantidad aumentará de nuevo cuando se recupere la industria de la aviación.
El Rolls-Royce promedio usa alrededor de 18 cueros completos de res en su interior, cada uno proviene de fuentes sostenibles. Por ello, su fragancia de piel nueva y de alta calidad es precisamente la fragancia de los autos más lujosos del mundo.