Les preguntamos “¿qué tan sostenible es su guardarropa?” y nos respondieron. El cuestionario en línea posiblemente se diseñó con fines de entretenimiento, pero también conlleva un mensaje serio y los resultados nos parecieron bastante alentadores.
Estamos orgullosos de la sostenibilidad de la piel porque sabemos que, cuando se trata de ropa y estilo, no hay que perder de vista el futuro. Por eso apostamos por el estilo lento y no por la moda rápida, y los resultados de nuestro cuestionario nos demostraron que ustedes también, ¡o al menos algunos de ustedes!
De los casi 7,500 participantes de todo el mundo, menos del 1% fue calificado como “Víctimas de la moda rápida”; un nada despreciable 17% obtuvo la máxima puntuación de “VIP sostenible en primera fila” y otro 45% quedó dentro de la categoría “Moda consciente”.
La segunda sección más importante de los resultados, con un 38% de los encuestados, fue “Oh no, la moda rápida es cosa del pasado”, por lo que aún queda camino por recorrer, pero la mayoría de los encuestados (un positivo 62%) alcanzó cómodamente alguno de los dos primeros puestos.
De los 10 países con más participantes, Polonia fue el claro vencedor, ya que el 28% de los que respondieron el cuestionario obtuvo el resultado más sostenible. Le siguieron Grecia y Hungría, con un 19% de participantes que recibieron una estrella de oro por su sostenibilidad. Desafortunadamente, Bosnia y Herzegovina y México quedaron en último lugar en esta categoría, con tan solo un 10% de encuestados reconocidos como VIP sostenible.
Las preguntas se referían a la frecuencia de compra, las tiendas favoritas, los materiales preferidos y el lugar de fabricación de la ropa, por lo que el cuestionario nos permitió conocer realmente los hábitos de compra de la gente. Y en verdad fue internacional, ya que participaron personas de 71 países diferentes.
Tanto si se trata de reutilizar la piel, como de encontrar clásicos vintage o adquirir prendas duraderas de alta calidad, creemos que dedicar un poco de tiempo a considerar la sostenibilidad de su estilo le dará frutos: es bueno para el planeta, para su estilo y, en última instancia, para su bolsillo.
Como dice aquel viejo refrán: “lo barato sale caro”, ya que nos cuesta en la tienda, nos cuesta en daños al planeta, y nos cuesta al remplazar la vieja prenda de moda rápida de mala calidad que erróneamente pensamos que era una ganga.
¿Qué tan sostenible es su guardarropa? Contesten el cuestionario y ¡descúbranlo!
¿Ya lo hicieron? Consulten la sección de cuestionarios y entreténganse un rato.