Por Fiona Ward
Después de haber trabajado con anterioridad para casas de alta costura como Chloé, Balenciaga y Paco Rabanne, en realidad lo que inspiró a la diseñadora Bea Recoder que vive en París a crear Reco, fue la inquietante imagen de la retacería de piel apilada que las grandes marcas no usaban.
Nos platicó de su idea que surgió durante la crisis del coronavirus de 2020: “Después de visitar muchas fábricas y curtidurías en los últimos años en los que trabajé en la industria de la moda, siempre me sorprendió la cantidad de retazos de piel que dejan sin ser usados en sus bodegas. Siempre pensé que había un gran potencial en ello”.
Y así, durante un “período de retiro” durante el encierro, Bea dio vida a Reco, con el compromiso de solo usar retacería de piel en la creación de sus bolsas geométricas. Dado que sus materiales sólo llegaban en pequeños lotes, desarrolló una técnica de parchado (o “ensamblaje”) para la creación de diseños suaves y bien formados, fabricadas en ediciones limitadas, que dependían de la cantidad de cada color disponible.
El compromiso de la marca de utilizar piel llamada Deadstock, nada menos que de curtidurías italianas y españolas aprobadas por el Leather Working Group, es evidente en sus niveles de existencias, con algunas bolsas que sólo se producen en lotes de 10 a 15. La fundadora Bea a menudo comparte su proceso de abastecimiento de piel en el Instagram de Reco, para ofrecer una total transparencia.
“Las pieles llamadas Deadstock son aquellas que ya fueron producidas y están en las bodegas, pero sin usar, porque las marcas han decidido no usarlas debido a falta de ventas y sobreproducción, a color incorrecto o cambios de diseño de última hora”, dice a sus seguidores.
“Para obtener el máximo provecho de la piel, me inspiro en la técnica del parchado”, añade. “Con este sistema de ensamblaje, la piel se corta en trozos pequeños, lo que nos permite usar la mayor parte y reducir el desperdicio de material. Recogemos todas las piezas restantes para usarlas en nuestras etiquetas y para proyectos futuros”.
Otras publicaciones muestran las virutas de recortes de cuero, aunque minúsculos, que se guardan para otros usos. “No desperdiciamos nada”, insiste Bea.
Desde su lanzamiento en 2020, Reco ha mantenido su espíritu de moda lenta al introducir sólo cuatro estilos principales: el Didi Acolchado (ahora también disponible en una versión mini), el bolso de hombro de Parchado Piti, el Cubo cruzado y la bolsa de mano Rombo. Debido a su crecimiento, cada bolsa se puede hallar en diferentes tonos, en colores que van del neutro al fuerte – todo depende de la existencia de retazos disponibles, por supuesto.
Con un precio medio de lujo y un proceso de producción único, Reco ha logrado combinar exclusividad, sostenibilidad y accesibilidad en su modelo de negocios. “Si no hallo la misma piel, nunca volveré a producir la misma bolsa, así que esto es lo que la hace especial”, dijo Bea anteriormente a British Vogue.
“En realidad, quiero mostrar que es posible tener un negocio saludable, al mismo tiempo que se usa material Deadstock y en apego a piezas de edición limitada, y en pequeñas cantidades. Creo que es posible”.
Después de haber contratado a los mejores distribuidores como Browns, Galeries Lafayette y Farfetch, parece que Reco ya demuestra que la moda lenta aun puede lograr grandes negocios.
Da clic aquí para ver el sitio web de Reco.