Después de trabajar con la piel durante un tiempo, te darás cuenta de la importancia de los detalles. Sin importar la calidad de la piel, si el corte, la costura o el acabado no son correctos, terminarás con algo de mala calidad.
El acabado de los bordes es uno de estos detalles importantes. Si los dejas como estaban cuando cortas la piel, los bordes serán desiguales y antiestéticos.
El acabado básico de los bordes consta de cuatro pasos que se combinan para ordenar y sellar las partes recortadas expuestas de su proyecto.
El acabado de bordes puede no ser la más difícil de las habilidades requeridas por el artesano de la piel, pero es una de las más importantes.
El primer paso es lijar. Si has unido cosiendo dos piezas de piel, deberás asegurarte de que los bordes que están en línea sean lo más rectos y uniformes posible. Deberá comenzar con papel de lija grueso, para igualar los bordes. Luego, al ir avanzando gradualmente hacia papel de lija fino, podrás asegurarte de lograr un acabado súper suave.
El segundo paso es el recubrimiento. Esto se realiza de manera simple y tradicional con cera de abejas, pero también se puede utilizar goma tragacanto. Solo deberás frotar de manera bien todos los bordes hasta que se haya aplicado de manera uniforme y se absorba bien. Esto protegerá los bordes expuestos de la piel a la humedad y la suciedad.
El cuarto paso es el bruñido. Esto simplemente significa frotar el borde con fuerza. Se puede usar un trapo, herramientas especiales para bruñir la piel o incluso un accesorio de taladro eléctrico. El bruñido calienta la cera o goma permitiendo que penetre aún más en la piel, ofreciendo así una mejor protección. Se debe terminar con un acabado suave y brillante.
La última parte del proceso es el pulido. Esto es pulir los bordes para lograr un acabado de alto brillo. El uso de una serie de telas, que van de lo áspero a lo liso, logrará el acabado más estéticamente agradable.