Entrevista con Alicia Linz, fundadora de Alicia Victoria
12th mayo 2021
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Los accesorios de Alicia Victoria festejan la impredecible belleza de la piel. Ellos muestran las cicatrices, orificios y bordes que obtiene la piel de manera natural en el lugar donde se produce. Este amor por la piel significa que la empresa pretende mostrar de manera clara su fuente de producción, lo que asegura que la sostenibilidad es prioridad en cada paso de la creación de sus diseños.
Platicamos con Alicia Linz, fundadora de la empresa, acerca de las inspiraciones y retos que la han movido.
¿Desde hace cuánto trabajas con la piel y qué te movió a hacerlo?
La idea vino a mí en el tiempo en que estudiaba diseño. Una vez, mientras estaba de visita en una pequeña tenería tradicional en Hamburgo, en 2016, me di cuenta de que la piel que se vende es para artesanías. La piel era rechazada cuando tenía pequeños orificios y bordes. Esto fue algo que me sorprendió mucho – no podía creer que este fuera el procedimiento normal. Desde ese entonces, comencé a investigar y me di cuenta de muchas injusticias en la industria: Una buena parte de la materia prima no se usa, porque es un producto de desecho de la industria cárnica. Una gran porción de la piel de los animales que se usa para ser procesada también se elimina, porque tiene cicatrices u orificios naturales y no cumple con los requisitos de la industria de la moda. Esto me impresionó muchísimo – esos bordes hacen que la piel sea única para mí. Me era difícil de creer que esta valiosa materia prima fuese tirada por toneladas. Además, me di cuenta de que esto no lo sabe la mayoría de los consumidores. Por eso, decidí intervenir por cuenta propia y atender esta injusticia – y fundé ALICIA VICTORIA 2017, cuya misión era utilizar la piel de animales de manera consistente.
¿Qué es, en especial, lo que hace que la piel sea tan buena para ser trabajada?
Es interesante trabajar con la piel, porque es un reto hacer productos que provienen de piel de animales. Requiere de la participación de muchas personas con habilidades específicas para obtener un producto terminado. Y por supuesto, la piel debe ser única. La piel es resistente y duradera. Si la tratas bien, puede ser usada durante décadas.
¿Hubo algún diseñador en especial que te sirviera de inspiración?
En realidad no. Admiro a algunos diseñadores por su perspectiva y estilo. Sin embargo, la mayor parte de mi inspiración proviene de los mercados de antigüedades. Los productos que se venden ahí fueron creados para épocas diferentes. No eran tiempos tan agitados y exigentes como hoy en día. Tengo una gran colección de viejas bolsas de piel con los detalles más extraordinarios. El hecho de que sigan funcionando después de décadas en términos de estilo y calidad nunca deja de emocionarme.
¿Cómo comenzaste tu carrera y cómo llegaste adonde estás hoy?
En 2013 me gradué de la carrera de ingeniería textil en Mönchengladbach y me mudé a Hamburgo para estudiar Gestión de Moda y Diseño. Cuatro años después, terminé mis estudios y fundé mi propia compañía: ALICIA VICTORIA. Durante los últimos cuatro años he vivido y trabajado en Berlín-Kreuzberg – un lugar que cada día me provoca inspiración nueva. A lo largo del proceso de fundación de mi compañía, he conocido a mucha gente interesante con diversas experiencias profesionales. Ellos abrieron mi mente de maneras nuevas y me inspiraron a seguir trabajando en este campo.
¿Cómo describirías tu estilo de diseñar?
¡Práctico! Quiero desarrollar productos que sean simples, clásicos y atemporales. Centrados en la piel de alta calidad.
¿Qué haces para asegurar que la piel que proporcionas y los productos que haces sean tan sostenibles como sea posible?
No trabajo con intermediarios. Todo lo relacionado con mi producto viene del mismo productor. En relación con la piel, solo trabajo con pequeños productores y con productores orgánicos. No trabajaría con productores cuya práctica sea la producción industrializada. La gente con la que trabajo está comprometida con el bienestar animal. Para mí, es importante que los animales mantengan su dignidad, que hayan corrido y que no hayan sufrido el proceso de transporte de animales vivos. La ganadería es multifacética. Se concentra en los detalles, soy parte de todos los pasos de mi cadena de valor. Juego a mano abierta. Para poder vender mis productos con una consciencia tranquila, personalmente sigo la producción en Colombia y visito las granjas. Durante los últimos 10 años, más del 70 por ciento de las tenerías en Colombia han tenido que cerrar debido a que se han cambiado las normas ambientales. Según los expertos, las normas ambientales se han alineado con las normas europeas. Esto influye en mi trabajo. Como las normas europeas son muy estrictas y consistentes, nos hemos enfocado en una cadena de valor regional desde el año pasado. Con el objetivo de utilizar todas las posibilidades y materias primas desde nuestro entorno inmediato. Además, le doy mucha prioridad a asegurar que todos los demás ingredientes, como lo son: los cierres, el empaque, los detalles de bronce, etc. sean obtenidos de manera ética y sostenible.
¿Existe algo que te moleste del origen de la piel? ¿Existe algo que pueda hacer la industria para hacer más transparentes los procesos de producción?
Hemos perdido el reconocimiento por la artesanía. La industria nos ha hecho olvidar el arduo trabajo entre bastidores. Por eso, mi principal reto es devolver ese reconocimiento a la piel. Existen tantos pasos entre un animal vivo y una bolsa de piel. Sin embargo, como la cadena de valor no es transparente, los clientes no los conocen.
A la fecha, no existen requisitos internacionales de etiquetado de la piel. La industria podría permitir, de manera más transparente, que el consumidor final tome la decisión. En la actualidad, la apariencia visual, el precio y la calidad son criterios decisivos para tomar la decisión de compra. El consumidor no llega a conocer el origen del animal, cuánto tiempo y bajo qué circunstancias ha vivido. Los consumidores no conocen el curtido con el que se procesó la piel y cuál es su país de origen. Esta transparencia podría, de manera automática, lograr un sólido cambio positivo. Por tanto, necesitamos una obligación de etiquetado internacional de la piel.