En 1837, Thierry Hermès abrió un taller de arneses en París. Actualmente, Hermès International SA factura 3,500 millones de dólares.
Durante los primeros 40 años de su existencia, Hermès fabricó arneses y bridas para el comercio de carruajes, una producción limitada, aunque exquisitamente elaborada.
No fue sino hasta la década de 1880, cuando el hijo de Thierry, Charles-Émile, se hizo cargo de la empresa, que se diversificó para fabricar también artículos de talabartería. Cada uno de ellos era fabricado de principio a fin por un solo artesano, tal como lo siguen haciendo hasta la fecha. Poco a poco Hermès fue evolucionando, añadiendo a su gama de productos artículos cuidadosamente seleccionados, perfectamente diseñados y elaborados.
En 1900 lanzó el bolso Haut à Courroies, especialmente diseñado para que los jinetes pudieran llevar sus sillas de montar. En 1918, la empresa que entonces estaba dirigida por los hijos de Charles-Émile Hermès, Adolphe y Émile-Maurice, lanzó al mercado una chamarra de golf fabricada en piel y con cierre, diseñada originalmente para Eduardo, Príncipe de Gales. Según Émile-Maurice, Hermès se construyó con base en “la piel, el deporte y una tradición de elegancia refinada”.
En 1922, la mujer de Émile-Maurice se quejó de que no podía encontrar un bolso de piel decente, así que él hizo lo que cualquier buen marido haría y ¡él mismo creó una colección de bolsos! Este acontecimiento, quizás más que cualquier otra cosa, es lo que llevó a Hermès a establecerse como uno de los fabricantes de artículos de piel de lujo más conocidos del mundo.
El primer clásico reconocido en el mundo de los bolsos fue el Sac à dépêches, lanzado en 1935, y al que más tarde se le cambiaría el nombre a Bolso Kelly. El director de cine Alfred Hitchcock contribuyó a que se volviera popular cuando, en 1954, le permitió a su diseñadora de vestuario, Edith, que comprara accesorios de Hermès para la película To Catch a Thief (“Para atrapar al ladrón), protagonizada por Grace Kelly, quien se enamoró del bolso. En 1956 se convirtió en Princesa de Mónaco y fue fotografiada utilizando el bolso para proteger su vientre de los paparazzi durante su primer embarazo. La foto le dio la vuelta al mundo y el Sac à dépêches fue rebautizado.
El Birkin, otro regalo de Hermès al mundo de los bolsos clásicos, tiene una historia igualmente inspiradora que involucra a una actriz. En 1983, Jane Birkin estaba sentada junto al director general de Hermès, Jean-Louis Dumas, en un vuelo de París a Londres. Luego de que su bolso de viaje, hecho de paja, se cayera del compartimento superior y sus pertenencias se esparcieran por todas partes, se quejó con Dumas de que era imposible encontrar un bolso de piel para fin de semana que le gustara. El Sr. Dumas captó la indirecta, tomó su pluma de diseñador y así fue como nació el Birkin.
A lo largo de su historia, la producción de Hermès se ha diversificado enormemente. La pañoletas y corbatas de seda, así como las colecciones de ropa y accesorios para dama y caballero, se han convertido en una parte importante de su gama de productos.
Desde el comercio de carruajes hasta el guardarropa de los ricos y famosos, Hermès ha recorrido un largo camino. Su historia comenzó con la piel, la cual continúa ocupando su lugar en el corazón de la marca.