La industria de la piel y el cuero ha recibido muchas críticas a lo largo de los años, algunas de ellas justificadas, pero la mayoría de ellas, no. Aquí en RLSD nos dedicamos a promover las mejores prácticas. Así que a continuación les diremos cómo asegurarse de que lo que compren esté hecho con pieles elaboradas con los más altos estándares de sostenibilidad y ética.
Los productores de piel y sus órganos comerciales trabajan constantemente para mejorar los estándares y la industria es ahora más sostenible que nunca. Las tenerías son cada vez más limpias, utilizan menos productos químicos y los reciclan para reutilizarlos, y constantemente surgen nuevas técnicas para mejorar la sostenibilidad. Los procesos se han perfeccionado tanto recientemente que la cantidad de agua utilizada se ha reducido en un 35% en los últimos 25 años, y al reutilizar el agua, esa reducción continúa.
Los organismos de la industria de la piel y el cuero trabajan arduamente para establecer la trazabilidad desde la granja hasta el usuario final, pero como el cuero es un subproducto de las industrias cárnica y láctea, podemos suponer que su trayecto de producción comienza con una huella de carbono cero. De hecho, hay motivos para afirmar que parten de una huella negativa, porque cada cuero que se utiliza es un cuero que se salva de ser desechado, por lo general, en los rellenos sanitarios. Al utilizar los cueros, se evitan las emisiones causadas por su descomposición.
En los Estados Unidos, los cueros se cortan especialmente para que el producto no utilizable no se curta ni se transporte innecesariamente, e incluso algunas tenerías se encuentran ubicadas cerca de las instalaciones donde se procesa la carne para reducir la distancia del transporte y las emisiones relacionadas con el mismo.
Las principales tenerías de los países más importantes del mundo en cuanto a curtiduría, como China, Italia y Estados Unidos, han transformado el proceso de curtido para reducir los insumos y proteger el medio ambiente de los desechos peligrosos. Algunas de estas tenerías son calificadas por el grupo independiente Leather Working Group, una organización que “evalúa el cumplimiento de las normas ambientales y la capacidad de desempeño de los fabricantes de piel y promueve prácticas ambientales sostenibles”. Para conocer más al respecto haga clic aquí.
Cuando se trata del producto final, la opinión pública ha llevado a los fabricantes y minoristas a ser cada vez más transparentes sobre la sostenibilidad y la huella de carbono de los productos que fabrican o venden. Para conocer más acerca de sus políticas, visiten sus sitios web. Si hablan vagamente de los objetivos, o no dicen nada al respecto, probablemente es señal de que están evadiendo el tema y, por lo tanto, deberían evitar consumir sus productos.